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Fitz J. Porter, george b mcclellan, Glendale, Jeb Stuart, Jefferson Davis, John Magruder, Malvern Hill, Península, Robert E Lee, Savage's Station, Seven Days, Seven Pines, Stonewall, Stuart's Raid, thomas jackson
2nd U.S. Artillery, at Fair Oaks, VA, June 1862
Capítulo XXXIV: Mayo-Julio 1862. La Campaña de la Península 2ªparte
Sobre la batalla de Williamsburg, dijo el General Barnard, “Hemos luchado, hemos perdido varios miles de hombres, y no hemos ganado nada. Si no hubiésemos peleado, al día siguiente sería la batalla, y con toda probabilidad, hubiera sido innecesaria. Pero, si hubiera sido necesaria, deberíamos haber tenido tiempo para traer nuestros recursos, reconocer la posición y realizado nuestro ataque de tal manera que hubiera salido algún resultado de él»
Esta reflexión realizada por el Brigadier General John G. Barnard, Ingeniero Jefe del Ejército del Potomac, al poco de la Batalla de Williamsburg refleja cual era el pensamiento general entre el generalato del ejército. Aunque lo más curioso es que ese pensamiento era nuevo, pues cuando habían desembarcado en la Península a mediado de Marzo con una fuerza de más de 120.000 hombres y 40 baterías pensaban que con realizar un avance decidido la guerra terminaría en pocas semanas. Pero el caso es que los 13.000 hombres del confederado Mayor General John B. Magruder fueron realizando una pantalla perfecta que ayudó a que el generalato unionista pensara lo mismo que su General en Jefe, George B. McClellan, y no era otro pensamiento de que los confederados siempre les doblaban en número.
La situación era que en dos meses de campaña el ejército más potente que se había visto en el continente americano sólo había conseguido avanzar unas escasas 50 millas y lo que se había planificado como un “paseo triunfal” estaba siendo un infierno de lluvia y barro. Y lo que era más evidente, el ejército confederado no terminaba de presentar una batalla decisiva pero tampoco dejaba de “aguijonear” y lo que era más evidente y dejó claro el General Barnard: “…no hemos ganado nada”.
El 16 de Mayo el Ejército del Potomac ocupaba White House Landing en donde instalaría su cuartel general. Esta hacienda era propiedad de W.H.F “Rooney” Lee, hijo del general confederado Robert E. Lee, propiedad que tiempo atrás había sido la residencia del Presidente Washington, antecesor de la mujer de Robert Lee. Destacable es mencionar la actitud de McClellan con respecto a la propiedad de uno de los generales rebeldes, el caso es que situó su tienda en las inmediaciones de la casa y colocó centinelas para evitar cualquier incidente contra la vivienda. Por lo demás la situación de la hacienda a las afueras de Richmond y junto al ferrocarril Richmond&York River la comunicaba con Eltham’s Landing y Cumberland Landing, y en estas tres posiciones se establecerían las bases de suministros del ejército unionista. Al tiempo que por medio del ferrocarril la artillería pesada sería llevaba hasta apenas 7 millas de Richmond.