Capítulo XI: 1ª de Bull Run (Manassas) (I)
Irvin McDowell dictó las órdenes de marcha para su Ejército, llamado “del Nordeste de Virginia”, (Army of Northeastern Virginia), en la tarde del 15 de Julio. Y, antes de que sus tropas se pusieran en marcha al día siguiente, sus órdenes, y una descripción de su fuerza, habían llegado a manos del confederado Pierre Beauregard.
Algo así era de esperar, siendo Washington un hervidero de simpatizantes del Sur. Pero lo más curioso era que quien había enviado aquellos informes era el más conocido y vigilado agente sureño en la capital. Se trataba de Rose O’neal Greenhow, viuda rica de 46 años y aún de buen ver, y famosa anfitriona de la vida social de la capital. Estaba vigilada desde el embargo de telegramas de Abril, y tras alguna indiscreción por su parte, incluso sometida a arresto domiciliario. Pero aún encerrada en su casa, y mientras se mofaba desde su balcón de los miembros del Gobierno que pasaban frente a ella, había logrado crear la mejor red de información confederada en Washington.